Como colofón a este período estival, apareció de la nada Mikel Balenziaga, emergió de la nada, pero le sirvió a nuestro querido Athletic, como la mejor forma de lavar la cara, ante la inexistencia de nuevos fichajes, para paliar la crisis deportiva y económica en la que se encuentra.
Fichaje de ultima hora, después de la desastrosa gestión deportiva, con la venta de jugadores para poder hacer frente a sus carencias económicas, por la nula gestión en la contención del gasto, porque parece que ya cualquiera puede dirigir los designios de un club popular luchando contra los nuevos tiempos que se mueven el fútbol profesional, en los que no se exigen responsabilidades, y lo fácil es vender, y seguir gastando lo inimaginable en cualquier otro equipo europeo.
Los socios sabrán lo que hacen.
Retomando el caso de Mikel Balenziaga y el fútbol, nos lleva a acordarnos de los equipos profesionales como el Alavés , el Eibar y la Real, más el Osasuna, que nos hacen pasar un montón de horas agradables en una buena compañía. Dan mucho juego, con la idas y venidas de jugadores y demás patochadas de sus dirigentes.
A Mikel aún siendo la sorpresa y la novedad, solamente por eso no se le puede designar la estrella del verano.
Ha sido el postre, que no es poco.
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